Ceguera



Hola……Faltan pocas horas para terminar mi tercer día de vacaciones, tal vez si usted es un lector asiduo o por lo menos ha leído alguna entrada anterior, se habrá dado cuenta que estas eran una vacaciones que pedía hace mucho mucho rato, por otro lado acabo de terminar de ver “Ceguera”, que es una película que realizaron este año, basándose en la obra del maestro Saramago: “Ensayo sobre la ceguera”, y pues ya viéndola por segunda vez, y mezclándolo con las vivencias que he tenido en estos tres días he llegado a concluir que la enfermedad más grande del mundo no son los problemas cardiacos, ni la artritis, ni el sida, ni el cáncer, la enfermedad más grande es la Ceguera y lo peor que todos la tenemos.

Si los humanos somos ciegos por naturaleza, o por lo menos una persona evolucionada de siglo XXI, hay muchas cosas que preferimos cerrar los ojos, y no ver la realidad, preferimos buscar una realidad que se nos acomode antes de enfrentar la nuestra, pero ¿por qué digo esto?, vivo de nuevo en mi casa, ya no tengo refugio para esconderme de nuevo en la ciudad y en el ruido de la calle, y pues si lo acepto prefiero vivir esa realidad, esconderme detrás de mi trabajo, hacerme el ciego, y olvidar, lo que aquí pasa, estoy de nuevo confinado a mi casa con mi papá, mi mamá y mi hermano y siento de nuevo esta horrible sensación de que el tiempo no pasa, que la rutina te toca y te hace su prisionero y que todos veneramos al señor televisor todo el tiempo como sacerdote en rito pagano, la realidad de mi casa de padres y hermano que no trabajan porque se contagiaron de un sentimiento de autocompasión e impotencia que hace que ellos vivan su realidad alterna y estén ciegos a lo que realmente yo como espectador satelital veo, pero que a su vez prefiero pensar que eso es parte de una dimensión paralela que no me pertenece y no acepto.

Cuando un ciego se adapta a su estado, increíblemente los otros sentidos se hacen más fuertes, se siente más, se escucha más, se huele más, se sabe más, pero ¿por qué digo esto?, los últimos días han sido duros, porque a mi empresa no se le ha dado la gana, o no ha podido pagarme la prima navideña, y como confiado me gaste la plata de mi sueldo, ahora no tengo ni un peso, ni para una menta de 100 pesos, pero contrariamente a otras ocasiones, en las que he estado en la inmunda ha sido distinto, tengo hambre, no se cuando me paguen, no se si mañana desayunaremos, almorzaremos, o cenaremos, amorsote cumple el viernes años y no se que puedo hacerle, las cuentas de enero están llegando y si no han pagado una prima, no quiero pensar cuando pagaran el sueldo, pero aunque el panorama se ve desalentador, oscuro y sombrío, no siento el mismo dolor, angustia, y odio que sentía antes, me siento tranquilo, tal vez sean las vacaciones y estoy en periodo de desintoxicación, tal vez sea que amorsote me halla cambiado demasiado, pero el solo hecho de asomarme a la ventana y ver que los eucaliptos gigantescos del bosque que esta al frente de mi casa floreciendo, el escuchar de una forma suave y sutil el movimiento de la lluvia que golpea mi ventana, el hecho de leer una frase celebre en un relato bien hecho, el escuchar los chistes de mi mamá, una escena bien hecha de la gran cantidad de películas que he bajado, las conversaciones tan buenas con amorsote, el roce de sus labios contra los míos o el calor de su frente sobre mi quijada y el peso de su pecho sobre el mío, o el momento mágico que viví el viernes al pie de la puerta de un café en la candelaria cuando caía una lluvia fuerte y sonaba sobre el paraguas y se escuchaba de fondo “playa girón” de Silvio Rodríguez, y más suave la risa de una mujer, y la caída de unos dados sobre el vidrio de un tablero de parques, se olía a vino caliente, y se sentía el frio del viento sobre mi rostro, hace que toda la oscuridad se diluya aunque sea por un momento y que me sienta realmente completo, feliz e iluminado.

Y pues creo que por último los ciegos, logran usar los ojos para descubrir como son realmente las personas, porque logran ver con los únicos ojos que les funciona, los del alma, pero ¿por qué digo eso?, porque creo que estoy empezando a ver eso, a distinguir los buenos amigos, de los malos compañeros y a aprender a no cegarme por el rencor y el odio, a dejar pasar eso para no afectarme con una conjuntivitis o algo más, reconocer que mi padres están como están pero no por mi culpa, sino porque quieren y que me toca seguir mi camino, que amorsote me quiere de verdad pero no por la plata ni por el físico, y que al igual yo, que ya eso es añadidura, y que mi destino es más grande de lo que es hasta ahora y que como lo he hecho antes toca salir a buscarlo.

Siento que al igual que muchos la ceguera me ha tomado, ha tapado los ojos de mi alma, pero lucho por esto, por quitarme la banda, y pues por lo menos siento en este momento que ha terminado una temporada más de mi vida y el año que viene se vienen muchas cosas, grandes, buenas y malas, pero eso si grandes, gigantes, así que ruego que no sea tan ciego para no verlas, aprovecharlas y no dejarlas pasar sin sacar aunque sea un poquito de provecho de ellas.

Ahhh y se me olvidaba feliz navidad atrasada y feliz año nuevo adelantado, un besote en el cachete un abrazote de oso, y pues nos posteamos el otro año, suerte y muerte calavera

La metamorfosis del Sr. Bicho Raro



Hola, escribo de nuevo, después de mucho tiempo, tal vez nadie me lea, ya que el señor bicho raro se calló, y como le pasó a Gabriel García Márquez el silencio se apoderó de su mente y los dedos dejaron de escribir tal lo hicieron por algo más de un año, las intenciones de observar y ser testigo silencioso de vidas ajenas se esfumó como los deseos de vivir en un mundo digital, tal vez maduré, tal vez me volví mas infantil, eso no lo puedo definir simplemente se que cambie, mi coraza es la misma, mi color es el mismo, y me camuflo con la misma facilidad entre los mortales, pero ya no me gusta vivir en las sombras, tal vez el señor bicho raro no hable tan claro como antes, tal vez halla cambiado el habla por el verbo, tal vez aunque no lo escuche lo sienta respirar sobre mi espalda y rosarme la oreja con sus labios me hable desde la mente y el corazón.


Pues si, y creo que lo que lo mantiene vivo ya no es el deseo de expresar mi individualidad y mi particularidad y al mundo, pues ya no me siento exótico como antes, no siento que deba gritarle al mundo “Hey, aquí ahí alguien raro, que debe ser estudiado”, ahora creo que el señor bicho raro, ha madurado al igual que el hombre que lo posee, o por lo menos al igual que la historia de Kafka a mutado, y una mañana se ha convertido en una larva, que respira y crece poco a poco que espera en algún momento en desarrollarse, y que ahora vive de la critica constante, que no entiendo bien el mundo que le tocó vivir, y que por lo menos trata de preguntarse no el como de las cosas sino el para que, tal vez esta sea una lucha desmedida y un efecto de sobrevivencia, y de evitar la locura al cual alguna vez se sintió predestinado.


El señor Bicho Raro ya no dice has esto, has aquello, sino más bien por que haces esto, o porque haces aquello, y que aunque vive entre sombras y se esconde en la buena cara Dr. Jekyll empieza a atacar, que en algunos momentos en que me encuentro en la oscuridad de mi mente en las tardes de trabajo, lo encuentro rondando en su celda y me muestra cuadros que afloran sentimientos extraños, recuerdos dismorfes y guarda una fuerza diferente que drena por mi cuerpo y nuble mis ideas y mi corazón,


Pues si el señor bicho raro ya no habla tanto como antes, a veces parece un autista en su mundo, pero se ha vuelto más fuerte, más critico, ya no se deslumbra tan fácil, ya no quiere comprar el mundo, ni desea con obsesión las vidas de los otros, el señor bicho raro, ha dejado que Raúl sonría, que se sobreponga solo al frio de la rutina, a soñar y a ver las cosas en su mundo luminoso pero espera, espera día tras día que algo ocurra para que emerja y tome control de el pobre cuerpo mortal que a este lo cobija.