Las confesiones del Sr, Bicho Raro

Hola a todos, por tercera vez intento escribir esto pero siempre que empiezo pasa algo y me interrumpe la redacción, y lo que pasa ahora es que hasta hoy después de tanto tiempo tengo un ratico para escribir un rato. Que ¿cómo me ha ido en la oficina? Pues bien, ya le estoy cogiendo el hilo a la cosa, aunque no lo niego, se sufrió un poco, pero pues ahí ando en la lucha.

Y pues entre todo este cuento del trabajo y una cosa y la otra casi no he tenido tiempo de leer blogs, a excepción de uno que se llama http://micanceryyo.blogspot.com/ y pues como siempre, me genero sentimientos encontrados. Por un lado me gusto mucho, porque pues es una historia de guerreros, es un tema cercano ya que mis dos abuelas murieron de Cáncer, y la verdad es una enfermedad que acaba mucho a la gente, estas vivencias me han hecho cogerle miedo y curiosidad a la vez a este tema, pero por otro lado es muy triste ver como ese tipo que se ve tan interesante con tantas cosas para hacer se consume poco a poco, hasta que al final por otro blog me entere que perdió en su lucha.

Así que mirando en perspectiva y aplicando el montón de cosas que este hombre dejo plasmadas en sus líneas me hicieron reflexionar y preguntarme que es lo que significo yo para mi y más aún cual es el objeto de mi felicidad.

Así que en medio de tanta preguntadera me puse a recordar lo que ha significado la felicidad para mi a lo largo de mi vida, recorde y vieje por ella y llegue a esta conclusión:

Cuando era pequeño, que lo más feliz para mi era que llegaran las vacaciones e irme a la finca de mi abuela o que ella viniera a mi casa, porque siempre me traía regalos y me gastaba dulces, además en la finca había piscina, mucha comida, y una nevera gigante donde la gaseosa nunca se acababa.

El tiempo paso, y se llevo a mi abuela, la finca y la nevera gigante, así que me quedo lo siguiente que me hacia feliz, la navidad, que era ropa nueva, regalos, pólvora, y primos. Pero la crisis económica llego a mi casa, yo crecí y como era grande y no había plata toco comprarle regalos a mi hermanito no más.

Luego llego el bachillerato y por una cosa loca se me metió en la cabeza el hecho de ser perfecto, la obsesión llego a tal punto que al final lo único que me hacia feliz es que al final del día no me sintiera mal, ni sintiera lastima ni odio por mi, afortunadamente me volví psicólogo frustrado y me hice un auto tratamiento y salí de eso tan feo.

Llego el servicio militar y ahí aprendí que la vida no es lo material ni ser mejor que todo el mundo, sino lo importante es sentirse bien con uno mismo, y con los demás, así que me hacia feliz tener amigos. Llego la universidad, y ahí pasaron muchas cosas, pero descubrí en ese momento que la felicidad no existía sino simplemente momentos felices, y pues muchas veces se toco ese tema en las conversaciones de borracho que uno tenia los sábados, y pues descubrí que lo que me ponía contento era aprender, pero no solo de la academia sino de todo, me obsesioné mas de lo que era por todo, por ir a sitios, por el cine, por los libros, por mis amigos, por los sistemas, por la televisión, por el trabajo, hasta que llegue al punto de creer que el sueño era perder el tiempo y que era mejor dormir solo de 3 a 4 horas diarias.

Paso lo universidad y descubrí que la felicidad también estaba dentro de uno, lo que mas me alegraba fue el hecho de descubrir quien realmente era yo, cual Raúl era el que estaba debajo de tantas capas, y tratar de sacarlo a flote, cosa que logre gracias a este blog en gran medida, hasta que un sábado lluvioso en el centro de la ciudad nos encontramos con amorzote y se volvió el objeto de mi felicidad

Pero más que eso descubrí que es el amor el motor de la vida, y descubrí que la felicidad y el amor no son sentimientos, sino que al igual que la paz, el odio, la pasión, la juventud, son formas de vivir, que no son estados, sino actitudes frente a las adversidades. Ahora creo que la felicidad existe, si alguien me lo pregunta podré decir que si lo soy, que tengo miedo de lo que ocurra mañana, que si he sido desdichado, pero he aprendido de ello, por lo tanto no me arrepiento de haber vivido esos momentos, y que espero seguir así por mucho tiempo.